Los Aztecas tenían gran cantidad de dioses. El más importante era Huitzipochtli.
Cuando conquistaban otros pueblos vecinos incorporaban también a esos nuevos dioses a su cultura.
Las mujeres tenían sus propias diosas que dirigían las actitudes femeninas.
Los dioses eran los encargados de dictar las formas de comportamiento de los humanos y tanto hombres como mujeres, pensaban que solo se podía alcanzar la plenitud si se vivía de acuerdo al ejemplo de esos seres sobrenaturales.